Además está el obstáculo de los saltos, de las restingas, de los bajíos, de las angosturas, donde el agua parece hervir en un molino de ágatas pulidas.
Y los más de estos ríos tenían grandes entradas y anchas y limpias, con sus puertos maravillosos para naos grandísimas, sin bancos de arena ni de peña ni restingas.