En la vereda de mi casa paterna crecían unos árboles de naranjas agrias (amargas, las llamábamos) que sólo servían para hacer dulce, valga la paradoja.
De hecho en la poesía aparecen las correspondencias subterráneas, el descubrimiento, las preguntas que escarban, la imaginación, los vínculos, las grandes paradojas y los contrastes.