Aunque no es una manifestación nueva, sin duda ha influído en este comportamiento la malquerencia del primer mandatario hacia su ciudad natal y sus habitantes.
He tenido si, muchos ofrecimientos para cargos públicos, muchas insinuaciones para trabajos políticos y he ganado muchas malquerencias en mi aislamiento voluntario.
Lo que me lleva a pensar que hay dos malquerencias que todas de las religiones monoteístas que conozco comparten, entre ellas mismas y por las mujeres.