La gemóloga está convencida de que si la gente supiera de verdad lo que conlleva producir una joya, querrá lucir una que respete los derechos humanos y el medio ambiente.
Para que un diamante tenga éste grado de claridad, por lo menos cinco gemólogos deben examinar el diamante y tres de ellos tienen que haber coincidido con este dictamen.
Los especialistas al cortar piedras preciosas (gemólogos), antes de decidirse a trabajar una pieza, lo examinan con cuidado para deducir los posibles planos de exfoliación.
Debido a las inclusiones ya citadas en las diversas variedades, a la fisuración reflectante e iridescencia que las caracterizan, como en la turmalina rosa y que los gemólogos denominan miroirs.
El gemólogo debe conocer varias disciplinas como: cristalografía, óptica, matemáticas, cristaloquímica, química analítica, síntesis e imitación de gemas, entre otras.