Los efectos del fracaso de los socialismos reales, y de las estrategias socialistas-estatistas de diversos tipos, permanecerán como un lastre, seguramente, durante mucho tiempo.
Las conductas sectarias, el dogmatismo, las tradiciones aislacionistas, el apego a la auto-proclamación y el culto al aparato han sido determinantes de este fracaso.
Wrosch explicó que el fracaso personal es una de las principales causas del resentimiento, que se caracteriza especialmente por emociones de ira y recriminación.