La fachada está modelada en estuco, resaltando sus geométricos rosetones, y ornamentos como el sol radiante, que representa a un mancebo en estado de éxtasis.
Además de muchos colores mármoles, estucos y cementos (opus albarium) también se utilizaron con frecuencia para superficies de las paredes, y la última capa pulida.
Recién, en la última etapa, los trabajos estuvieron orientados a los interiores con reintegración de dorados y recuperación del estuco original en las columnas.