Así se podrá no solo enseñar el contenido, sino que podrán adverar por ese testimonio que lo vieron inmediatamente después de ocurrir, de modo que no diera tiempo a manipulación.
Nuestros hijos son nuestros maestros, están aquí para enseñar nos que debemos rectificar en nosotros, y nos brindan siempre una oportunidad de emendar.